Más allá del código: formas prácticas de agregar valor y destacar


Mi paso por las empresas en las que he trabajado me ayudó a forjar ciertos hábitos de trabajo. En mis inicios como desarrollador de software, me enfocaba mucho en el código y pasaba por alto otras cosas importantes.

Sin miedo a equivocarme, puedo decir que mi mayor arma es la curiosidad. Ese estado mental me ha impulsado constantemente a lo largo de estos años. En este post, te compartiré algunas de las cosas que me han ayudado a destacarme dentro de mi grupo de trabajo. Aunque todo está enfocado al ámbito empresarial, es fácil extrapolarlo a proyectos personales.

Identifica a tu cliente y entiende el producto

Es normal que, como desarrolladores, estemos enfocados en escribir líneas y líneas de código, implementar inyección de dependencias, patrones de diseño, etc. Después de todo, esa parte es emocionante; es la que nos hace sentirnos verdaderos profesionales del desarrollo. Sin embargo, algo que siempre me cuestionaba antes de escribir la primera línea de código era: ¿Qué estoy programando? ¿Cuál es el objetivo final?

Una cosa es resolver ejercicios en plataformas como HackerRank y otra muy distinta es trabajar en un producto dirigido al usuario final. Aquí surge la primera cuestión clave: ¿Quién es tu verdadero cliente (o clientes)? Entender esto te permite alinear tu trabajo con las expectativas del usuario. La segunda cuestión es: ¿Qué es el producto? ¿Se trata de una página web o de un sistema que analiza el historial de compras para predecir ventas futuras o identificar tendencias? Este breve ejemplo ilustra la diferencia entre dos enfoques: el técnico y el funcional.

Lo técnico siempre será fundamental, pero el enfoque funcional representa un nivel superior. Aquí se marca una brecha entre desarrolladores, y quien domine ambos aspectos tendrá una ventaja competitiva. Este conocimiento te permitirá contribuir de manera más estratégica en discusiones de negocio, proponiendo ideas que generen mayor valor para la empresa.

Proponer ideas

Durante un proceso de onboarding, uno de mis compañeros me hizo ver algo importante: el equipo necesitaba personas con iniciativa, que participaran activamente en las reuniones en lugar de permanecer en silencio. Yo ya me había percatado de ello. En las primeras sesiones de trabajo, notaba largos silencios cada vez que se buscaba una solución para algún problema específico. Por lo general, solo el líder de desarrollo expresaba ideas.

Si esta situación te resulta familiar, estás frente a una oportunidad muy valiosa. Este es el momento ideal para demostrar tu experiencia y destacarte. Eso sí, es un proceso iterativo: al principio, tus aportes pueden ser simples, pero con el tiempo aprenderás no solo a proponer ideas, sino también a fundamentarlas. Una idea no tiene que ser perfecta desde el inicio; a veces, basta con replantearla o mejorarla en equipo. Por eso, la lluvia de ideas (brainstorming) es una herramienta clave en entornos colaborativos.

¿Qué hacer si estás empezando? El consejo clave es entender bien los temas que se discuten. Por ejemplo, cuando se plantea una nueva funcionalidad, suelen mencionarse detalles sobre el resultado esperado. Analiza esa información antes de pasar a la implementación. Retomando el punto de entender el producto: ¿cómo podrías trabajar eficientemente en algo que no comprendes del todo? Sí es posible, pero sin claridad, enfrentarás más obstáculos para completar tus tareas.

Implementa código seguro

Este punto es técnico, pero crítico: la seguridad en el desarrollo. Recientemente, al obtener una certificación en Azure, no pude ignorar el énfasis que se le da a este aspecto. Podría parecer que los problemas de seguridad son improbables, pero la realidad es que los ciberataques a empresas se están volviendo cada vez más frecuentes (especialmente en México).

Como desarrolladores y autores de la aplicación podemos prevenir vulnerabilidades. Prácticas básicas pero esenciales incluyen:

  • Prevenir inyecciones SQL
  • Actualizar inmediatamente librerías con vulnerabilidades conocidas
  • Validar y sanitizar entradas de usuario
  • Implementar autenticación y autorización robustas

Estos temas deberían ser parte fundamental de las revisiones de código y discusiones técnicas. No es necesario convertirse en un experto en ciberseguridad, pero sí es crucial construir bases sólidas. Algunos recursos recomendables son: OWASP Top 10, Krebs on Security y The Hacker News.

El conocimiento en seguridad es una habilidad que diferencia a un buen desarrollador de uno excepcional. Mientras más domines estos conceptos, mayor será tu valor para el equipo, la empresa y calidad del producto.

Conoce la arquitectura de los sistemas existentes

Una práctica que ha sido fundamental en mi desarrollo profesional es el estudio continuo de la arquitectura de sistemas de la empresa. Curiosamente, nunca he trabajado en una organización que mantuviera diagramas actualizados de sus sistemas y sus interconexiones. Como alternativa, he dedicado tiempo a analizar el código de diversos proyectos, lo que me ha permitido:

  • Desarrollar agilidad para localizar configuraciones clave
  • Identificar servicios esenciales y su infraestructura subyacente
  • Construir una representación mental precisa de las conexiones internas de los sistemas

En entornos corporativos, las dependencias entre sistemas son inevitables. Al tomar conciencia de estas relaciones, se facilita significativamente la gestión integral de los procesos. Comprender los límites y alcance de cada componente demuestra un dominio profundo del producto, posicionándote gradualmente como un referente técnico en la organización.

Documenta tareas, soluciones y procesos clave

Existe un mito en nuestro ámbito: “la documentación no existe”. Si compartes esta percepción, tienes ante ti una oportunidad única para destacar como ese profesional que rompió el paradigma. Permíteme compartir algunas reflexiones basadas en mi experiencia.

He observado que la documentación adopta múltiples formas, pero no todo merece ser documentado. Los procesos empresariales, por ejemplo, suelen evolucionar rápidamente debido a cambios en los requerimientos de negocio. Esta dinámica genera un desafío constante: mantener la documentación actualizada requiere un esfuerzo que pocos equipos pueden sostener.

Mi recomendación actual es enfocarse en lo esencial:

  • Procesos de onboarding (integración de nuevos colaboradores)
  • Elementos estables como:
    • Lista de repositorios bajo tu responsabilidad
    • Branching Strategy (Git Flow, Trunk-Based, etc.)
    • Configuraciones críticas del sistema
    • Implementaciones complejas sin introducir demaciados detalles

Si la documentación ahorra tiempo y esfuerzo recurrentemente, estás en el camino correcto.

Automatización de tareas repetitivas

La proactividad, más allá de ser una cualidad declarada en un currículum, debe evidenciarse a través de acciones. Una de las formas más efectivas de demostrarla es identificando y proponiendo mejoras sobre tareas que, por su naturaleza repetitiva, son candidatas a ser automatizadas.

Con el tiempo y el conocimiento del entorno operativo, resulta relativamente sencillo detectar procesos que consumen recursos de forma innecesaria. El siguiente paso consiste en analizar la viabilidad técnica de su automatización. Este análisis debe realizarse en conjunto con el equipo de trabajo, ya que es posible que existan antecedentes, limitaciones técnicas o restricciones operativas que hayan impedido su implementación previamente. Esto lo comento por un consejo que recibí hace mucho tiempo y hoy comparto con ustedes: revisa lo que existe al día de hoy para evitar empezar siempre desde cero.

En caso de que no existan esfuerzos anteriores, se abre una valiosa oportunidad para optimizar procesos, reducir errores manuales y demostrar habilidades en áreas como scripting, automatización de flujos, o integración de herramientas. Este tipo de iniciativas, además de generar impacto directo en la eficiencia del equipo, fomentan el aprendizaje continuo, ya que implican el uso de tecnologías o metodologías que pueden no formar parte del trabajo cotidiano.

¿Trabajo bloqueado? No esperes, busca alternativas

Alguna vez escuché: si un problema no se resuelve en un periodo razonable de tiempo, es necesario replantear el enfoque y considerar nuevas estrategias. Cuando una tarea parece estar bloqueada, resulta fundamental analizar la situación desde diferentes ángulos y adoptar una postura proactiva.

En la práctica, he identificado que muchos bloqueos se deben a dependencias con otros equipos. En estos casos, mi primer paso solía ser informar la situación internamente. Sin embargo, con el tiempo comprendí que una comunicación efectiva también implica dar seguimiento activo, estableciendo contacto directo con los equipos involucrados para conocer el estado actual del requerimiento. Este tipo de acciones, permiten alinear expectativas y avanzar con mayor eficiencia.

Las causas de un bloqueo pueden ser diversas, pero lo que realmente genera impacto es la capacidad de encontrar soluciones en lugar de esperar por ellas. En muchas ocasiones, marcar la diferencia implica entender con claridad qué palancas accionar para desbloquear procesos y mantener el flujo de trabajo operativo.


👨🏻‍💻 Hasta aquí el post, espero que algo de esto te ayude en tu crecimiento profesional.